DE MORNES PARA EL MUNDO

 

Somos el fruto maduro de un sueño que hoy después de más de 140 años ha germinado en el mundo entero, Mornes, Valdocco, son los signos creíbles de la predilección de Dios que sigue apostando por el diálogo, la escucha, el ambiente de familia [1], la integración que mira todas las dimensiones, que converge en las diferencias y que procura la unidad en la diversidad, el gozo de la escucha, el compromiso en el diálogo, el ejercicio de “cuidar del otro” en la experiencia de acompañamiento[2].

Volver la mirada a Mornes es fundamentar la urgencia de revitalizar la praxis de la misión educativa, los ecosistemas comunicativos que allí se cultivaron trascienden el tiempo. De Mornes para el mundo en clave educomunicacional reaviva el ideal de Don Bosco y Madre Mazzarello: Alegría, encuentro, cercanía…. Proyecto que se funda en “la alegría la señal de un corazón que ama mucho al Señor”[3] y que nunca debemos perder de vista, en el camino cotidiano, junto al ideal de  Don Bosco: "Yo por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros vivo, por vosotros también estoy dispuesto a dar la vida".[4]

Este es el tiempo para creer que es posible hacer realidad la profecía de la comunión ampliando la mirada…abriendo el corazón… “para acoger las mociones interiores de la gracia de Dios; ampliad la mirada, ampliad la mirada para reconocer las necesidades más auténticas y las urgencias de una sociedad y de una generación que están cambiando."[5]

 



[1] Cfr. Cronohistoria III tomo

[2] Cfr. Constituciones FMA.

[3] La sabiduría de la vida. Cartas de María Dominica Mazzarello. Roma, Instituto FMA 1995. Carta 60,5

[4] Crónica del Oratorio de don Rufino, en el Archivo Salesiano Central 110, cuaderno 5, p. 10 (Editado en MB VII 585).

[5] Cfr. Papa Francisco, audiencia a las Capitulares (8de noviembre de 2014).